EL GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO APUESTA POR LA PAZ, NO POR LA VIOLENCIA NI LA GUERRA: MARTÍ BATRES
BOLETÍN 55-22
● Este viernes, el secretario de Gobierno, Martí Batres, inauguró un módulo de “Sí al Desarme, Sí a la Paz” en la Parroquia de San Juan Bautista, alcaldía Azcapotzalco
● Es falso que tener un arma en casa brinde seguridad, así como era falso que la guerra contra el narco acabara con la violencia, dijo ante vecinos de la colonia San Juan Tlihuaca y alrededores
“El Gobierno de la Ciudad de México apuesta por la paz y por la tranquilidad de nuestras familias, no por la guerra, no por la violencia, no por las armas, no por los disparos”, manifestó este viernes el secretario de Gobierno (SECGOB), Martí Batres Guadarrama, al inaugurar un módulo de “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, en la Parroquia de San Juan Bautista, alcaldía Azcapotzalco.
Ante vecinos y vecinas de la colonia de San Juan Tlihuaca y alrededores, el titular de esta dependencia señaló que es falsa “la idea de que tener armas es bueno o implica seguridad; tener armas significa riesgo y peligro, y un arma menos en cada hogar significa una vida más y un homicidio menos”.
En ese tenor, señaló que también era falsa la supuesta guerra contra el narcotráfico, declarada a finales de 2006 por el entonces presidente Felipe Calderón, porque no disminuyó la violencia, sino aumentó delitos de alto impacto como homicidios y secuestros.
Además, recordó que los encargados de combatir el narcotráfico en aquel entonces, “convirtieron sus cargos en una especie de cártel también y no entraron al combate contra el narcotráfico, sino que entraron a la disputa de los territorios con otros narcos en el país”.
Tal es el caso, señaló, de altos funcionarios del gobierno de Calderón, como el responsable de la seguridad pública en el país, Genaro García Luna, “que ahora está en la cárcel en Estados Unidos porque le detectaron muchos millones de dólares que obtuvo a partir de transacciones de acuerdos con el narcotráfico”, entre otros que también están presos o prófugos de la justicia.
Por lo anterior, Batres Guadarrama pidió a la ciudadanía no dejarse impregnar por la cultura de las armas y apostar por una Cultura de Paz, que forma parte de los cambios fundamentales del actual Gobierno federal y de la administración de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
Precisó que “Sí al Desarme, Sí a la Paz” consta de entregar armas de fuego a cambio de un recurso económico que sí beneficia a la familia.
Enfatizó que el programa es anónimo, voluntario, y no tiene un carácter punitivo ni persecutorio porque el interés primordial es desarmar a la población para disminuir riesgos reales de lesiones u homicidios causados por arma de fuego.
“Si traen una pequeña arma de salva, que difícilmente puede lesionar a alguien, se les entrega más o menos como 500 pesos, pero si traen una pistola pequeña, pueden recibir unos 5 mil pesos”, añadió.
El funcionario agradeció a las mamás, a los papás y a las abuelitas que asistieron a la apertura de “Sí al Desarme, Sí a la Paz” en la Parroquia de San Juan Bautista, en Azcapotzalco, así como a las niñas y los niños presentes que canjearon sus armas de juguete por juegos lúdicos y sanos proporcionados por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) local.
También reconoció a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) por contribuir a través de la destrucción de armas recolectadas con esta acción institucional, así como a la Iglesia católica por proporcionar los atrios de las parroquias, donde se llevan a cabo las jornadas de desarme.
Durante el acto inaugural se entregó un revólver Crosman calibre 22, así como 12 cartuchos calibre 22 por un monto cercano a los 4 mil pesos mexicanos.
Asistieron el General Brigadier Óscar Rentería Schazarino, representante de la SEDENA; a nivel local Wilfrido Saúl Lescas Morga, director Ejecutivo de Aplicación de Programas Preventivos Institucionales en la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y funcionarios del DIF y del Instituto de la Juventud (INJUVE); además de Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, y Anselmo Bravo, padre de la Parroquia de San Juan Bautista.
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